Plaza Hargain
Fray Bentos es una ciudad netamente portuaria. Nació porque así lo quiso el río. Ese río que se acurrucó siempre entre las altas barrancas de treinta millones de años de antigüedad y que con su color pardo marcaron desde el nacimiento de los tiempos un horizonte al este muy característico.
La profundidad de las aguas exactamente en este punto, hizo que las embarcaciones desde mediados del siglo XIX se acercaran a sus radas naturales, convirtiéndolo en un “atracadero” defendido de los vientos, esperando cargar leña o recibir mercaderías que salían hacia Europa desde el puerto argentino de Gualeguaychú, en la margen opuesta.
Fue tanta la necesidad de una población estable cercana see al puerto, que pronto –el 16 de abril de 1859- se concretó la fundación de “Villa Independencia”, así llamada a sugerencia del vasco francés José Hargain, un visionario comerciante que se había trasladado a fines de 1857 a estas barrancas con miras de ofrecer los servicios indispensables a los tripulantes y pasajeros de las polacras, queches, veleros y balandras que debían permanecer surtas en el puerto por varios días sin siquiera poder bajar a tierra porque allí no había poblado.
Hargain construyó pronto su establecimiento. Una hostería con todos los servicios. Según el testimonio de De María, Cóncul uruguayo en Gualeguaychú, tenía propuestas muy interesantes para los clientes, inclusive los diarios de Montevideo, libros para lectura, paseos a pcaballo por los alrededores, hortalizas recién cosechadas, mermelada de ciruela etc. Los capitanes, tripulantes y pasajeros de los barcos encontraban comodidad allí mientras esperaban trasbordos o ser trasladados por la diligencia hacia Mercedes.
El centro de movilización de la nueva población se radicó en su puerto. Allí llegaban los barcos para cargar o descargar mercaderías destinadas a establecimientos del interior o ciudades cercanas, como Mercedes. Allí se destacaban los barcos militares en momentos de delicados instantes de la historia de ambos países del Plata. Allí llegaban las carretas con cargamentos y las diligencias que unían Mercedes con Fray Bentos desde 1857,aún cuando no había aún atisbos de población sobre las barrancas.
De acuerdo a la planificación del agrimensor Guillermo Hammeth, diseñador de Fray Bentos con una imaginación y una mentailidad futurista impresionante, se había reservado para una “plaza de frutos” una manzana muy próxima al puerto, que, aunque no registró un movimiento que lo justificara, igualmente continuó vacía, nucleando a su alrededor todo tipo de edificaciones y construcciones destinadas a la acción portuaria: casas de hospedaje principalmente, despachantes de aduana, algunas casas familiares. Esta se fue convirtiendo con el tiempo, en una “Plaza” más de la ciudad hasta que hacia 1900 –aparentemente por la visita de un Presidente de la República- recibió su primera adecuación y arreglos que la identificaran.
Frente a la plaza estaba el hotel de la Independencia de José Hargain y la casa de su propia familia, en cuyas rejas figuran las iniciales en hierro forjado indicando en año de 1862 en que fue construida. También estuvo el Hotel de Honoré Roustán y el Hotel de don Tomás Monfort, además de varias casas de inquilinato, con precarios espacios para dar cabida a los inmigrantes que llegaban solos tras los trabajos en el cercano saladero Liebig o para pasar la noche mientras esperaban la continuación del viaje en los “vapores de la carrera” que unieron durante décadas las ciudades de Salto y Buenos Aires. Otra de las construcciones típicas del barrio donde nació la ciudad es la que hoy llamamos con el nombre de “La Proa”, justamente por la forma del amanzanamiento que la contiene, un pequeño triángulo diseñado por la conjunción de dos calles. Allí construyó su casa la familia de don Juan de Dios Mendoza, autoridad en los primeros años de Villa Independencia, ocupando varios cargos. Más tarde, en 1872, fue la sede del primer diario fraybentino: ”El Independiente” que tuvo corta vida –hasta diciembre de 1873- y “El Comercio”, ambos dirigidos por Juan José Mendoza.
La placita recibió primero el nombre de “Colón” pero hacia la década de los ´60 se le otorgó justicieramente el nombre de “José Hargain” en homenaje a ese primer poblador en forma de Fray Bentos, cuyos esfuerzos se vieron coronados al entusiasmar a otra gente a afincarse, a otros empresarios a prestar atención a las perspectivas halagüeñas de la progresista zona y cooperar de su propio peculio para numerosas realizaciones propias de una naciente comunidad, como el correo, la policía, etc.